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Mantener una presión arterial normal es crucial para la salud y el bienestar general. Comprender qué constituye una presión arterial normal, los factores que la afectan y los síntomas de presión arterial alta y baja son esenciales para la detección temprana y la prevención.
¿Qué es la presión arterial?
La presión (o tensión) arterial es la fuerza ejercida por la circulación de la sangre contra las paredes de las arterias. Por lo general, se define una presión arterial normal como una lectura por debajo de 120/80 mmHg, siendo el número superior la presión en las arterias cuando el corazón late (sístole) y el número inferior la presión cuando el corazón está en reposo (diástole).
¿Cuáles son los factores que afectan a la regulación de la presión arterial?
Los hábitos de vida pueden influir enormemente en la presión arterial, con estilos de vida sedentarios, dietas desequilibradas – que pueden desembocar en sobrepeso – y el consumo de alcohol o sustancias tóxicas aumentan el riesgo de hipertensión. El estrés y el bienestar emocional también son factores importantes en su regulación.
La edad es otra variable que afecta en la presión arterial. A medida que envejecemos, nuestros vasos sanguíneos se vuelven más rígidos y estrechos, lo que dificulta el flujo sanguíneo. Esto puede provocar un aumento de la presión arterial, por lo que es esencial que las personas mayores la controlen regularmente y la manejen activamente.
La genética también puede ser un factor determinante en los niveles de presión arterial. Si una persona tiene antecedentes familiares de hipertensión, es más probable que desarrolle la enfermedad. Por lo tanto, aquellos con antecedentes familiares de presión arterial alta deben tomar medidas proactivas para evitarla o controlarla. La capacidad del cuerpo para regular electrolitos, como el sodio, puede provocar alteración en la presión arterial.
¿Qué es la presión arterial alta?
La hipertensión es un problema de salud generalizado que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se recomienda diagnosticar hipertensión cuando la presión arterial sistólica (PAS) de una persona tomada por su enfermera en el consultorio o la clínica es ≥140 mmHg y/o su presión arterial diastólica (PAD) es ≥90 mmHg después de exámenes repetidos.
Categoría de PA | PAS | PAD |
---|---|---|
PA Óptima | < 120 mmHg | < 80 mmHg |
PA Normal | 120 – 129 mmHg | 80 – 84 mmHg |
PA Normal – Alta | 130 – 139 mmHg | 85 – 89 mmHg |
HTA Grado I | 140 – 159 mmHg | 90 – 99 mmHg |
HTA Grado II | 160 – 179 mmHg | 100 – 109 mmHg |
HTA Grado III | >= 180 mmHg | >= 110 mmHg |
HTA Sistólica Aislada | >= 140 mmHg | < 90 mmHg |
La presión arterial clínica (en consulta) se refiere a la medida convencional estandarizada, no a la medida no atendida (medida en ámbito sanitario no presenciada por personal asistencial).
Las definiciones se basan en la presión arterial medida en sedestación en la consulta. La PA para la clasificación se basará en la media de dos o más lecturas, en dos o más ocasiones, separadas 1-2 semanas, siguiendo las recomendaciones estandarizadas para medidas de calidad. Los sujetos con PAS y PAD en categorías diferentes se clasificarán en la categoría más alta.
Por lo tanto, una sola lectura alta no indica hipertensión, ya que los niveles de presión arterial pueden fluctuar a lo largo del día; además algunas personas padecen el síndrome de bata blanca.
¿Qué es el síndrome de la bata blanca?
¿Cuáles son los síntomas de la presión arterial alta?
La hipertensión es también conocida como el asesino silencioso, porque puede no presentar síntomas notables en su etapa inicial. Sin embargo, hay ciertas indicaciones que pueden señalar su presencia. Una de las señales más comunes son los dolores de cabeza persistentes y recurrentes. La sensación de mareo, vértigo o desmayo, especialmente después de levantarse rápidamente o de estar sentado o acostado durante mucho tiempo. Padecer zumbido en los oídos, conocido como tinnitus; problemas de visión, como dificultad para enfocar o ceguera momentánea. Sentir fatiga, como la sensación de cansancio excesivo o debilidad. Presentar sangrado nasal o hemorragia subconjuntival (hiposfagma), en casos raros, la hipertensión no controlada puede causar sangrado por la rotura de capilares sanguíneos.
Es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar en cada individuo y algunos pueden no experimentar ninguno en absoluto. Por lo tanto, es esencial controlar regularmente la presión arterial para reconocer y controlar la hipertensión.
¿Cómo reducir la presión arterial alta?
Adoptar un estilo de vida saludable es esencial para controlar la hipertensión.
Comienza haciendo ajustes en la dieta, como disminuir el consumo de sal o sustituirla por condimentos de hierbas aromáticas, ajo, cebolla, pimienta, limón o vinagre. En los restaurantes pida que su plato se lo cocinen sin sal. Agregar más frutas y verduras a las comidas, evitar alimentos precocinados, pastillas de caldo, embutidos, conservas y salazones. Cocinar al vapor, a la plancha o hervidos. Utilizar aceite de oliva. La dieta DASH se sugiere ampliamente para personas hipertensas. Este plan de alimentación se centra en consumir granos enteros, proteínas magras y alimentos abundantes en potasio, calcio y magnesio. Estos nutrientes han demostrado ayudar a reducir la presión arterial.
Mantener un peso saludable e incluso perder algunos kilos puede tener un efecto positivo en tus lecturas.
La actividad física regular, adaptada a la edad y salud general, juega un papel importante en la reducción de la presión arterial. Trata de hacer al menos treinta minutos de ejercicio moderado al día, como andar a paso ligero, trotar o andar en bicicleta.
Para reducir el estrés, incorpora técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación en tu rutina diaria. Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en tu objetivo de tener una mejor salud cardiovascular. Además, se debe mantener el consumo de alcohol al mínimo y evitar fumar por completo.
¿Qué es la presión arterial baja?
La hipotensión, también conocida como presión arterial baja, es una condición de salud caracterizada por una presión reducida en las arterias, con valor inferior a 90/60 mmHg.
¿Cuáles son los síntomas de la presión arterial baja?
Padecer hipotensión, puede causar una variedad de síntomas que pueden diferir de una persona a otra. Estos pueden incluir mareos o sensación de desmayo al levantarse, fatiga, debilidad, visión borrosa, dificultad para concentrarse, desmayos, piel fría y húmeda y respiración rápida o superficial. Es importante estar atento a estos signos y no ignorarlos, ya que pueden indicar un problema de salud subyacente que requiere atención médica.
Para prevenir complicaciones adicionales, es esencial conocer los posibles síntomas de la presión arterial baja y tomar medidas de precaución. Además, es crucial someterse a una evaluación médica completa para identificar la causa subyacente de los síntomas asociados con la presión arterial baja.
¿Cómo aumentar la presión arterial baja?
Gestionar la presión arterial baja puede ser difícil, pero afortunadamente hay varias estrategias efectivas que pueden ayudar a abordar esta condición. Es importante mantenerse hidratado, agregar una cantidad moderada de sal a las comidas puede aumentar la presión arterial mediante el aumento del volumen de sangre. Además, el uso de medias de compresión o participar en actividades que promuevan la circulación pueden ser beneficiosos. Sin embargo, si los síntomas persisten, es recomendable buscar consejo médico para descubrir la causa subyacente del problema y recibir el tratamiento adecuado.
Un enfoque holístico que combine modificaciones en la dieta, cambios en el estilo de vida e intervenciones médicas puede tener éxito en el manejo y aumento de la presión arterial baja.
¿Cuáles son los beneficios de mantener una presión arterial normal?
Optimizar la presión arterial es un factor clave para la salud y el bienestar en general. En primer lugar, las personas con presión arterial normal tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, que pueden tener consecuencias fatales y alterar drásticamente la calidad de vida. Además, el manejo de la presión arterial puede proteger los riñones de daños, reduciendo las posibilidades de desarrollar enfermedad renal. La presión arterial normal juega un papel importante en la preservación de la función cognitiva y la reducción del riesgo de demencia. La presión arterial alta puede causar daño a los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que conduce a un deterioro en la capacidad mental. Al cuidar la presión arterial, las personas pueden reducir su riesgo de experimentar deterioro cognitivo y mantener su agudeza mental durante un periodo de tiempo más largo.
Conclusión
En el caso de padecer hiper o hipotensión arterial, su médico puede incorporar algún tratamiento farmacológico, que añadido a las modificaciones en el estilo de vida, pueden lograr mantener la presión arterial en valores adecuados, mejorar tu bienestar general y evitar complicaciones en su salud. Recuerda que la consistencia es clave, así que esfuérzate por cambios a largo plazo en lugar de soluciones rápidas.
Bibliografía
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